La práctica a Puebha fue un experiencia en la cual aprendimos varias cosas, pero al mismo tiempo fue muy divertida.
Todo comenzó cuando bajamos de los autobuses en el Convento de Huejotzingo, este un lugar muy interesante pues aprendimos sobre la vida de los frailes franciscanos, que actividades realizazban, cómo contruian sus edificios y como los adornaban.
Algo que nos llamó mucho la atención fue que en el atrio, en el piso y en las paredes había unas láminas con nombres de frailes fallacidos, el patio central, que es una representación del paraíso y que no pudieran comer los frutos de sus árboles ya que esto también era la representación del pecado original y los murales al fresco que representaban a los frailes y pasajes de la vida de Cristo.
Después fuimos a la Iglesia de Sanata María Tonantzintla, esta nos llamo mucho, pero mucho la atencíón las decoraciones idígenas, que eran las representación del sincretismo, y que no hubiera ni un espacio vacio, pues estaba todo llenísimo de adornos.
Apesar de que la gente de la comunidad, quien es la que se hace cargo completamente de la iglesia, haya explicado lo mismo repetidas veces, fue algo que encontramos muy bueno el que sean ellos mismos quien se informen sobre su iglesia y que sean ellos quienes nos hablen sobre ella.
Saliendo de la iglesia había un puestito en el que vendían artensanías hechas de palma, entre ellas había pequeños nacimintos, animales, personas, flores, etc. Muchos de nosotros compremos algo.
Luego fuimos a la biblioteca Plafoxiana, pero como no nos habían avisado que estabamos esperando para subir en pequeños grupos pensamos que estábamos esperando a que todos fueran al baño, por lo que subimos hasta el final. Una vez arriba la biblioteca nos dejó sin palabras, debido a que sentiamos que estabamos rodeados de los pensamientos de personas de otras épocas, entre ellas Miguel de Cervantes, ya que se encuentra una copia original de Quijote de la Mancha.
Posteriormente fuimos a comer al hotel Colonial, en el cual nos sirvieron unos 5 platos de comida. De entrada crema de zanahoria, arroz a la mexicana, ejotes entomatados, leugo el plato fuerte que podía ser mole, lomo a la fracesa o milanesa y un postre.
Después de comer fuimos a la calle de los dulces, donde nosotras compramos unas tortitas de Santa Clara y unaa cocada, las cuales estaban muy ricas.
Por último fuimos a la capilla de Rosario, sin embargo tuvimos que esperar fuera ya que unos compañeros no regresabn de la calle de los dulces y porque había yb grupo de tuístas norteamericanos que estaban escuchando la explicación. Una vez dentro de la capilla nos sorpredíó la cantidad de oro utilizada, el rosario de cabezitas de ángles de talabera que rodea toda la capilla y que se haya sellado con sangre el yeso para que este mismo perdurara.
Finalmente caminamos hacia el camión, estuvimos caminando un rato por la hermosa ciudad de Puebla. Varios de nuestros compañeros nunca la habían visitado, entre ellos Paola, y esta práctica fue su primera vez en la ciudad.
En el camino de regreso al D.F. a muchos les dieron ganas de ir baño, notraqs que estabamos atrás no queríamos que espos fueran ya que iban a apestar todo el camión y nosotras por estas hasta atrás tendríamos que aguntar esa peste. Pero como a media hora de llegar todos acabaraon entrando al baño, y por suerte no acabó apestando porque abieron las ventanas. Llegamos a la Ciudad de México alredeor de las 8:30.
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